Hola mujer apasionada. Hoy quiero hablarte del valor y del miedo.
Todas sabemos que el miedo es un sentimiento de desconfianza que nos impulsa a creer que va a suceder algo negativo. Es la angustia que nos surge ante un peligro real o imaginario.
Pero ¿sabes qué es el valor? Hay mucha gente que piensa que ser valiente es no tener miedo. Sin embargo, vamos a ver que esto no es así.
Yo, cuando veo películas en las que un personaje, en el silencio de la noche, es sorprendido mientras duerme, por un ruido sospechoso de intrusos y se levanta de la cama y recorre la casa a oscuras, aparentemente sin ningún miedo, siempre me pregunto ¿pero cómo se le ocurre ir a ver? ¿no tiene miedo? ¡Yo nunca podría hacer eso!
Seguro que no soy la única, ¿verdad?
Pues este sencillo ejemplo me sirve para que entiendas que tener valor o coraje se trata precisamente de esto:
Hacer aquello que nos da miedo a pesar del miedo
Enfrentarte a determinadas situaciones seguramente te harán sentirte aterrada, pero, precisamente, encararlas te va a ayudar a crecer en muchos aspectos. Y te sorprenderá descubrir que, después de todo, seguramente pudiste con ello y eso que ¡estabas muerta de miedo!
Darte cuenta de que eres capaz de enfrentarte a mucho más de lo que pensabas te ayuda a conocerte mejor a ti misma, a saber más acerca de tus capacidades, y a comprobar que tus límites están mucho más allá de lo que crees.
No dejarte controlar ni vencer por el miedo, no solo refuerza tu autoestima sino que, además, te genera mayor resiliencia (capacidad para enfrentar situaciones difíciles y adaptarse a los cambios de un modo positivo).
El peligro que corres, sin embargo, cediendo ante ante tus miedos, es que estarás permitiendo que ellos gobiernen tus decisiones, limitando así tu vida, tu capacidad para crecer personal y profesionalmente, y te perderás grandes oportunidades de cumplir objetivos y alcanzar metas.
Si nos acostumbramos a escondernos detrás de nuestros miedos, sin hacer siquiera el intento de superarlos, huiremos permanentemente de toda dificultad que se cruce en nuestra vida y, así, siempre nos creeremos incapaces de vencerlas.
Cuanto más nos enfrentemos a nuestros miedos, y cuanto más cosas hagamos de aquello que nos asusta, más fuertes y resilientes nos haremos ante los obstáculos y nos estaremos demostrando a nosotras misma que podemos enfrentarnos a lo que sea necesario.
¿Alguna vez has visto la serie This Is Us? Yo acabo de terminar de verla entera hace unas semanas (son seis temporadas).
En esta serie, hay dos personajes que me han enamorado y son Randall y Beth Pearson (en la foto), una pareja afroamericana que tiene un juego al que juegan cuando se les presentan situaciones difíciles a ellos o a su familia.
Y el juego consiste en que, cuando se avecinan esas situaciones que les asustan, imaginan el peor de los escenarios posibles y, de esa manera, se dan cuenta de que, pase lo que pase, lo que ocurra finalmente no va a poder ser nunca tan malo como lo que están imaginando y eso les tranquiliza. Y, es más, una vez que se enfrentan a la situación, la realidad supera sus expectativas ya que nunca resulta ser tan grave ni tan dramática y, a veces, incluso, resulta hasta positiva.
Ahora te invito a que tú hagas lo mismo frente a tus miedos. Juega a imaginar el peor de los escenarios posibles. Imagina el peor de los resultados que podrían darse si te encontraras frente a una situación que te da mucho miedo.
Y voy a añadir una segunda parte al juego de Randall y Beth. Te invito a que, ahora, imagines el mejor de los escenarios posibles, lo mejor que podría pasar, lo máximo mejor, en caso de que hicieras un poco de aquello que te da miedo.
Casi con seguridad, ocurrirá lo siguiente:
Poniéndote en lo peor, comprobarás que la mayoría de los miedos que te asaltan son irracionales, que ni siquiera van a ocurrir esas barbaridades que estas imaginando, y que si permites que estos te controlen, vas a perderte muchas cosas en la vida y, especialmente, la posibilidad de demostrarte a ti misma que puedes con ello y de disfrutar de los resultados.
Y si sale mal, no pasa nada porque seguro que la cuestión tiene solución y, la próxima vez, tendrás más recursos para enfrentarte a la situación. Además, habrás ganado en experiencia y te habrás dado la oportunidad de forjar un carácter más fuerte y resiliente, y de mejorar en autoestima, confianza y autocontrol. ¿Te parece esto tan negativo? Precisamente todo esto es lo que te ayuda a romper tus miedos más profundos.
Y poniéndote en lo mejor, estarás manifestando justo aquellos resultados favorables que desearías que ocurrieran, y te cargarás así de la vibración que necesitas para hacerlos realidad.
Si te permites ver qué pasa más allá de tus miedos, te aseguro que no vas a tener más remedio que sentirte feliz y orgullosa de ti misma. Primero, por haber tenido el valor de actuar a pesar del miedo y aprovechar la oportunidad de crecer, aprender y ser mejor. Y segundo, porque habrás comprobado tú misma que, aquello a lo que tenías miedo, no era para tanto y te habrás convertido en una mujer más fuerte, segura y poderosa.
Eleanor Roosevelt fue una mujer determinante en la historia de los derechos civiles afroamericanos y asiáticos estadounidenses, de los derechos de los refugiados de la Segunda Guerra Mundial, de los Derechos Humanos y en la ampliación del rol de las mujeres en el lugar de trabajo, entre muchos otros de sus increíbles logros a lo largo de su vida.
Te invito a que conviertas sus palabras en tu propio mantra y que, cada día, cada semana o cada mes, con la frecuencia que tú misma decidas, hagas algo de eso que te da miedo.
Practícalo como un ejercicio así:
Toma un cuaderno o agenda y empieza a hacer una lista de las cosas que te asustan, especialmente, de aquellas que te gustaría hacer.
Para que te sea más fácil hacer tu lista, te cito algunos ejemplos de las cosas que a mí me daban miedo y he ido resolviendo en los últimos años (bueno, aún tengo alguna pendiente):
- Tirarme en paracaídas
- Exponerme públicamente
- Vivir sola en otro país
- Fracasar en mis objetivos
Pueden ser otras como conocer gente nueva, pedirle a tu jefe un ascenso, invitar a alguien a salir contigo, una entrevista de trabajo, caerle mal a alguien, hacer el ridículo, etc.).
Cuando tengas tu lista, ve uno a uno y, con cada uno de esos miedos, e imagina el peor de los escenarios si te enfrentaras a él. Si conoces a personas de tu entorno que se hayan pasado por situaciones parecidas, pídeles que te cuenten su experiencia y lo que aprendieron de ella.
Ahora imagina el mejor de los escenarios posibles e identifica qué crees que vas a ganar si todo sale tan bien como imaginas.
Escribe todo esto en tu cuaderno o agenda, junto a cada uno de tus miedos.
Y, el último paso es elegir uno de tus miedos y ponerlo a prueba. Poco a poco irás haciendo lo mismo con todos los demás.
Sé que hacer algo que nos da miedo no es precisamente lo más apetecible ni lo más atractivo que hay, que asusta mucho al principio, y puede ser incluso hasta doloroso. Sin embargo, cuando con la práctica vayas comprobando que nada es tan terrible como imaginas y que todo lo que vayas logrando te está ayudando a ser una nueva mujer, empezarás a disfrutar de ello y, cada vez, te costará menos enfrentarte a nuevos miedos.
Recuerda que es muy positivo y satisfactorio averiguar qué es aquello que está al otro lado de tus miedos.
Si necesitas ayuda profesional para vencer tus miedos, o tienes algún miedo concreto que te bloquea, los coaches estamos para ayudarte.
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Muy interesante, me ha encantado. GRACIAS! Sigo tus contenidos.
Pues lo voy a poner en práctica el ejercicio, jeje. Gracias por el artículo.
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